EDITORIAL


¿Persona o Personaje?

Empecemos el año cuestionándonos si permanecemos fieles a quienes somos o si constantemente cambiamos ante estímulos y conveniencias externas. 

Ser “Persona” se refiere a la unión entre nuestro interior y exterior; a la capacidad de manifestar con acciones lo que pensamos, creemos y somos. 

Ser “Personaje” es adaptarnos a un rol, seguir un guion escrito por alguien aparentando lo que no somos; nos ponemos un disfraz, una máscara y vivimos vidas ajenas.

Como distinguimos a la persona:
-Tiene una intimidad, sus pensamientos no los conoce nadie hasta que los dice.
-La persona es independiente, vive libremente, es dueña de sus actos; no es un juguete.
-Es efusiva, es decir, capaz de sacar de sí lo que tiene. Solo la persona es capaz de dar y aceptar.

El ser humano no puede caminar sin manifestar su intimidad: dando, dialogando y recibiendo.

Al ser dueño de sus actos, también...

lo es en el desarrollo de su vida y su destino: ¡Yo dirijo mi vida!

Como distinguimos al personaje:
-Son los seres humanos que portan una máscara que cubre la cara, y libres los ojos, oculta el rostro.
-Son aquellas personas que hacen comedia y tragedia. Los que, convenientemente, hacen un drama para apartarse de la realidad de la vida.

-Piensan que, interpretando el papel de víctimas, obtendrán beneficios, derechos económicos, sociales, culturales y políticos.

No se dan cuenta que quien escribe el guion controla, perjudicando o impidiendo, ejercer la propia libertad.

Tenemos derecho a ser considerados como personas, siempre como fin y nunca como un medio o instrumento en función de intereses ocultos.

Tenemos derecho a que el bien común reúna a todos los seres humanos, dando a cada uno lo suyo.

¡No somos títeres, somos personas!